Historia

De la tradición ancestral al laboratorio: la historia de Roxoslab.

En las tierras verdes y brumosas de Galicia, cuna de leyendas centenarias, las meigas  preparaban ungüentos y pócimas que aliviaban dolencias y fortalecían el cuerpo. Su secreto no estaba solo en las hierbas, sino en el arte de combinarlas para potenciar sus efectos.

Siglos después, ese mismo espíritu de búsqueda y cuidado sigue vivo… pero en un laboratorio moderno.

Es en Roxos, un pequeño “concello” de Santiago de Compostela surge la idea de unir el conocimiento ancestral con la ciencia moderna, para desarrollar formulaciones nutricionales.

A partir de ahí un grupo formado por profesionales del sector alimentario, junto con profesores universitarios apasionados por la nutrición y la bioquímica, decidió unir sus esfuerzos y dedicarse a la suplementación nutricional.

Con el objetivo de crear complementos nutricionales que no solo aporten nutrientes, sino que a través de una formulación específica, optimicen su absorción en el organismo,  favoreciendo la absorción de estos concentrados de nutrientes a través de las propias reacciones metabólicas que ocurren en nuestro organismo.

La aplicación del conocimiento sobre bioquímica funcional al proceso de formulación, con la incorporación de componentes minoritarios, que contribuyen a que los principios activos sean absorbidos mejor por el organismo.

Cada fórmula es el resultado de un proceso doble:

  • Memoria ancestral, el eco de las meigas y su sabiduría sobre las plantas y extractos naturales.
  • Conocimiento científico, estudios analíticos, pruebas de biodisponibilidad y formulaciones validadas.

Así, Roxoslab no solo fabrica complementos nutricionales. Fabrica un puente entre el saber de nuestras abuelas y la certeza de la ciencia, para que la salud no sea un misterio… sino una experiencia eficaz y comprobada.